Aunque el Corvette estaba planeado para iniciar su producción hasta 1954, la demanda por el automóvil hizo que en 1953 se produjeran 300 unidades en Michigan, todas ellas pintadas de color blanco polo, equipadas con un motor de 6 cilindros en línea. Este motor carecía de la potencia necesaria para un automóvil deportivo, a partir de 1955 se ofrece como opción un motor V-8.
Después de la Segunda Guerra Mundial la creciente predilección de algunos entusiastas norteamericanos por los automóviles deportivos europeos, que los consideraban un símbolo de status, ayudó a generar la suficiente confianza para determinar el resurgimiento de automóviles deportivos domésticos y Chevrolet quería ser la primera marca en ofrecer un automóvil deportivo, que hasta ahora ha resultado el primer y único autómovil norteamericano auténticamente deportivo.
Articulo hecho por Manuel Sánchez Hernandez para http://storicauto.blogspot.com.es/