lunes, 4 de diciembre de 2017

Coches autónomos,, ¿Realmente los necesitamos?


La historia de los coches autónomos es más larga de lo que la mayoría de gente piensa, muchos creen que se tratan de inventos e ideas del siglo XXI. Pero nada más lejos de la realidad, ya en los años 20 una empresa local de Milwaukee ya realizó una demostración de un coche sin conductor controlado por radio. Más adelante en la exposición Futurama de 1939, patrocinada por General Motors, se le dio la confianza al diseñador Normal Bel Geddes para crear modelos de carreteras automáticas que proporcionaran energía a vehículos eléctricos controlados por radio. Más tarde el profesor Ernst Dickmanns lideró un equipo que construyó el primer vehículo realmente robotizado. Uno de los mayores logros de Dickmanns fue un Mercedes Clase S que hizo 158 Km y alcanzó los 180 Km/h sin intervención humana. Por lo tanto esta no es una aspiración propiamente del siglo XXI sino que viene de mucho mas atrás.



El Mercedes Clase S autónomo de Dickmanns

Aunque los coches autónomos conllevan grandes ventajas a lo que comodidad y seguridad se refiere (en teoría) no podemos dejar de lado los inconvenientes que este tipo de tecnología contienen y de los que tan poco se habla…


Inconvenientes de los coches autónomos, no todo iban a ser ventajas ¿no?


1. “Casi” sin errores.

Todo este tipo de tecnología es bastante compleja y todos sabemos que conduciendo hay miles de factores y variables que deben ser consideradas y esto es aún más importante cuando se trata de una situación de riesgo o de peligro inminente. ¿Serán capaces los coches de analizar todos estos factores y dar la mejor respuesta rápidamente mejor que lo haría el factor humano? Definitivamente a corto plazo y con la tecnología de la que disponemos hoy en día no, y me remito a la reciente muerte de un conductor mientras se ejecutaba el “autopilot” de Tesla. El sistema no detectó a un camión que se cruzaba y el episodio terminó de forma trágica.



2. Caros.

Esta tecnología es muy compleja y costosa por la que solo se la podrán costear los más ricos. Esperemos que esta tecnología se abarate con el paso del tiempo y se hagan rentables para un público mayor, pero a corto- medio plazo no parezca que vaya a ser así.


El Model S más económico tiene un precio de salida de 82.900€





3. Perdida de la privacidad.

El coche estaría conectado a satélites en tiempo real para funcionar por lo que un tercero podría saber donde te encuentras en cualquier momento. Los datos de las localizaciones de millones de personas estarían disponibles para terceros malintencionados que podrían obtenerlas.

Puede que a los usuarios de a pie ni se les pase por la cabeza la posibilidad de que alguien, desde el sofá de su casa, pueda controlar su vehículo. Desde activar los limpiaparabrisas o el aire acondicionado, al estilo poltergeist, hasta cosas más serias como apagar el motor, mover la dirección (sólo a cierta velocidad y marcha atrás, en este caso), abrir el vehículo, modificar la cifra del velocímetro o inutilizar el sistema de frenos. Y lo cierto es que es más que posible.

Así lo ha demostrado la revista Wired Magazine, con la ayuda de dos hackers que llevan tiempo investigando sobre las posibilidades que ofrece el automóvil moderno en lo que a control remoto de las funciones del coche se refiere: Charlie Miller (ingeniero de seguridad en Twitter) y Chris Valasek (director de investigación de seguridad en el automóvil de Ioactive). El coche elegido ha sido un Jeep Cherokee de última generación, y lo que han hecho, lo podemos ver en vídeo.


4. ¿Dónde está la responsabilidad?

La pregunta está clara: hasta qué punto es responsable el ocupante de un vehículo que ha tenido un accidente si este no influye en la conducción. Hoy por hoy, la atribución de responsabilidades ante una situación en la que el conductor no maneja el vehículo implica una complicada situación legal. ¿Es “culpa” del fabricante del coche, del software o de los sensores? ¿O es el dueño el responsable?


Accidente de coche autónomo de Uber.


5. Por ultimo pero no menos importante…

No disfrutas la conducción, la sensación de soltar embrague y pisar acelerador sin que se cale, la sensación de velocidad al pisarle al acelerador y sentir que te mueves "por ti mismo" embragar, mover la palanca de cambios, meter la siguiente marcha, darle gas, meter una marcha inferior, reducir con el freno motor, mirar y escuchar el motor como sube de revoluciones, pisar el pedal de freno, girar con tus propias manos el volante y manejar el coche, DIVERTIRTE con el coche.


Para terminar...

En mi opinión el mayor inconveniente es que un humano siempre buscará la diversión, cuando se utilizaba el caballo no lo utilizaban solo para transporte o carga, también hacían carreras, con el automóvil no solo era para trasladarte, también está la dicha de manejar, de sentirnos pilotos por unos momentos en nuestra realidad paralela, la diversión de hacer cambios, de tomar curvas, de acelerar, de punta-tacón, doble embrague, todas esas cosas y que al ser autónomo ya no lo realizará, por lo menos para mí, que disfruto tanto conducir un coche jamás tendría contemplado comprar un autónomo, le vería futuro para personas con discapacidad o de la tercera edad.